Días de Uruguay, las horas sin prisa, la gente con el mate bajo el brazo, la silenciosa convicción de que no hace falta apresurarse; mejor mirar el cielo y caminar siempre orientados por las tranquilas aguas y las arenas bancas.
|
Partido de truco en la Presidencia |
En Montevideo, varias ciudades en una. Cierta suntuosa pero discreta elegancia en la
rambla de Pocitos contrastando con la ciudad vieja, de gastadas veredas y muros decolorados, pero llena de encanto y de bullicio de mercado.
|
Pajarito confianzudo. Y hambriento... |
La
Punta del Este aún deja ver en diciembre lo que en el verano quedará oculto por el ruido, la farándula y la ostentación. Frondosas arboledas, generosas playas, impensados rinconcitos y la inevitable sensación de que tanto dinero está de más.
|
Hay cosas extrañas en este mundo... |
La cordialidad y el delicioso ritmo cansino nos invadieron por unos días y nos regalaron un descanso que esperamos poder repetir.
|
El encanto de Casapueblo |
Abrazos desde este ajetreado-pero siempre querido- Santiago.
ResponderEliminarAcá te esperamos con cariño