En una visita de Lalo Schifrin a Buenos Aires, en 1997, me encontré con Baby López Furst y Jorge Navarro, a quienes hacía un tiempo que no veía, y unas semanas más tarde nos citamos con Jorge a tomar café y recordar viejos tiempos. Justo por esa época me propusieron armar un ciclo de tres conciertos de “fusión” para una fundación y propuse, con una orquesta sinfónica como base, un concierto de tango con Jairo y Rodolfo Mederos, uno de jazz con el dúo de pianos Jorge Navarro-Baby López Furst y un tercero con cantantes haciendo comedia musical. Mientras esperaba la respuesta me quedé pensando que al concierto de jazz, que iba a ser sobre la base de standards, le faltaba un remate que tuviera “punch”, hasta que un día se me ocurrió que sería fantástico hacer una versión jazzeada de “Rhapsody in blue”.
Con Jorge & Baby |
Al final, el ciclo no se concretó pero no quisimos dejar caer la idea, y Baby y yo nos pusimos a trabajar en los arreglos y hasta llegué a hacer una primera versión jazzeada de la “Rhapsody” para dúo de pianos, que Jorge y Baby estrenaron en el show que hacían en “Opera prima”. Nunca dejaré de lamentar que no haya quedado grabación de esa versión... Más tarde y con el auspicio de Hiram Walker y el apoyo de Alberto Alonso (director) y Parmigiani (jefe de escenario) estrenamos en el Teatro Avenida (1.000 butacas!!). Con todo el susto del mundo anunciamos dos funciones (y eran en martes...), pero apenas se abrió la boletería las entradas volaron. Para hacerla corta, hicimos ocho funciones a sala repleta y tuvimos que parar porque yo tenía compromiso de unos conciertos en Caracas. Pero conseguimos repetir el ciclo al año siguiente, también en el Avenida, y además lo presentamos en Córdoba, en Santa Fe, en Mar del Plata y en São Paulo (Brasil). Se grabó en audio y video, hubo contactos para presentarlo en EEUU, hubo proyectos de una segunda versión que incluía el Concierto en Fa, en fin, daba para mucho más pero la prematura y lamentada muerte de Baby cerró este capítulo. Lo he dicho muchas veces, y sigo sintiéndolo: de las muchas, muchísimas noches de felicidad y alegría que tuve la suerte de vivir en el escenario, si tuviera que elegir una, sin dudas elegiría una de esas noches de “Gershwin” en el Avenida. Era puro placer estar ahí, con esos musicazos y con Jorge y Baby produciendo tanta belleza.
Segunda versión
Con el trío en el Festival de Campana |
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