sábado, 14 de abril de 2012

La conexión

A propósito de una charla con mi amigo Gabriel Bunster acerca de la conexión y el trabajo en equipo, se me ocurrió traer al blog un bello ejemplo: el primer movimiento del Cuarteto No.2 de Borodin, interpretado por el Cuarteto Kopelman. Mikhail Kopelman fue, durante veinte años, el primer violín del Cuarteto Borodin, tal vez el más excelso cuarteto de todos los tiempos.

La forma del cuarteto de cuerdas es tal vez el más exquisito ejemplo de "destilado musical", vigente ya desde los tiempos fundacionales de Haydn hasta nuestros días. No sólo la escritura de la forma cuarteto es una suerte de compendio expresivo llevado al extremo, también la forma "física" del cuarteto (dos violines, viola, cello) nos muestra cómo la "conexión" permite volar y fluir por esos insospechados espacios de la inspiración musical. No casualmente muchos de los mejores compositores de primera línea, siendo grandes sinfonistas, llegaron en la etapa final de sus vidas a este excepcional territorio del cuarteto de cuerdas, en el que volcaron toda su sabiduría y su capacidad de síntesis.

En el video del Cuarteto Kopelman se puede apreciar cómo "respiran" sincronizadamente para que el lirismo de Borodin aparezca en todo su esplendor. Se mueven como hojas de una maravillosa planta mecida por una envolvente brisa.



La conexión suele ser mágica, todos volando alrededor de un mismo centro que no está en ningún lado o, mejor dicho, está dentro de nosotros mismos. Y en el caso de estos excepcionales intérpretes, en ese mecerse y en esa sincronicidad la música envuelve con su brillo, la música captura. Tanto a quienes la hacen como a quienes la escuchan...

3 comentarios:

  1. Gracias Ernesto por insinuarme, guiarme, hacia una mejor escucha de la música. Escribo mientras en mis oídos suena y disfruto el cuarteto Borodin.

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  2. Gracias maestro!!!! por recomendarme su blog a través del canal de youtube!!! cuanto me gustaría poder desarrollar algo tan hermoso como esto!!!!
    Le admiro de manera... inenarrable!!! muchísimas gracias por educarnos de tal manera!

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  3. Apreciado Ernesto Acher:

    Por motivo del reciente y la sorpresivamente desagradable noticia del fallecimiento del maestro Daniel Ravinovich visité algunas webs con actuaciones de Les Luthiers especialmente las más antiguas en las que figuraba usted como miembro de este legendario combo, artífice del más inigualable show de música-espectáculo que se haya hecho nunca en lengua española. Y ví con mayor atención las más antiguas, donde figuraba usted como miembro destacado de esta formación. Todavía guardo en la memoria desde hace mucho tiempo, la magistral interpretación que hizo usted, entre otras muchas, del personaje Don Rodrigo Díaz de Carreras en la cual usted hacía uso además de un ingenioso sentido del humor, un muy sutil empleo del castellano al poner en las palabras de esta ínclito personaje un perfecto acento de Valladolid, cosa que no sé si muchos que lo escucharon se percataron de ello, salvo los españoles que vivimos en España.

    El motivo principal de escribirle a usted, que no sé si tendré la suerte de que llegue a leerme, es para comentarle sobre algo referente a un espectéculo que he podido ver en un video donde usted cuenta ante el público un repertorio de chistes en el cual y presuntamente por clamor popular, recurre a la temática de los “gallegos”.

    Para los españoles en general nos resulta mucho más sorprendente que ofensivo el hecho de ser denominados en Argentina (y muchos otros lugares de Sudamérica) como de “gallegos”. Nuestro estupor ante esta denominación, que no quiero calificarla como de insulto o desprecio, sería semejante al que sentirían ustedes los argentinos que lleguen o han llegado a España y no son pocos precisamente, si les llamásemos a todos Porteños o Pamperos. Estoy seguro que usted es lo bastante instruido y bien informado como para haberse percatado de este hecho. Por suerte o por desgracia tenemos en España una variedad de culturas y costumbres regionales… Fíjese que acá vivimos juntos (es un decir) andaluces, extremeños, castellanos, vascos, catalanes, isleños, etc. vamos, que tenemos en este aspecto una de las mayores variedades de todo el mundo. Se hecho yo he vivido en Santa Fe capital junto a mi esposa que ella es nacida allá y actualmente vivimos en Barcelona desde hace más de diez años. De cualquier forma y dado que se trata tan solo de contar unos chistes, a lo peor me estoy excediendo en estos comentarios.

    Y otro tema: Nunca quedó muy aclarado el porqué usted no siguió como integrante de les Luthiers. Su marcha se notó y mucho. Al menos yo así lo percibí. Creo que desde entonces han transcurridos treinta años, que no son pocos y el tiempo que todo destruye (como dijo Gardel) creo que habrá borrado cualquier vestigio de rencor, si es que lo hubiere y no matará mi vieja ilusión de asistir antes de mi muerte a una reunificación total de todos los miembros supervivientes originales de Les Luthiers.

    Salud Gran Maestro y los mejores triunfos para Vos.

    Fernando.





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