martes, 31 de enero de 2012

Viaje a México II

He tardado unos veinte días en "aterrizar" del viaje a México. Debe ser cierto lo que alguna vez dijo García Márquez en cuanto a que, al viajar en avión, a destino llega el cuerpo pero el alma llega tres días más tarde. Bueno, a mí me tomó más...

Almorzando con Antonio y Paola (y Paolito) en el Mercado de Guanajuato
Gracias al afecto y el apoyo de nuestros queridos amigos Paola y Antonio (sin olvidar a Paolito), disfrutamos de un paseo memorable. Comenzando por las bellezas que ofrece el Distrito Federal (y alrededores): Teotihuacán, el Museo Nacional de Antropología, las excavaciones y museo del Templo Mayor, la casa de Frida Kahlo, el Palacio Bellas Artes, la feria de Coyoacán, las callecitas de San Ángel. En realidad, este apretado listado es sólo una pequeña porción si tenemos en cuenta todo lo que no alcanzamos a ver.

Pero quizás el viaje encantado fue el recorrido en auto hacia el norte cercano, comenzando por Querétaro, en donde además de disfrutar de la joya cultural que es la ciudad toda, tuvimos el placer de encontrarnos nuevamente con nuestros queridos Alfredo Montané y Teresa Vargas.

El viaje siguió hacia Guanajuato, con su magia, sus callecitas, sus túneles y su extraordinario colorido. Y era ineludible la visita a San Miguel de Allende, con un hotelito de cuento de hadas y en donde además pasamos Año Nuevo, festejando en la plaza con fuegos artificiales y baile. Un capítulo especial fue buscar los lugares dibujados hace más de treinta años. Y los encontramos, algo cambiados, claro, pero encontrados al fin.

El paso por Dolores Hidalgo y Capula, admirando las maravillosas artesanías, fue el preludio a la visita a esa otra joya que es Morelia, con sus cuadras y cuadras de edificios coloniales en impecable estado.

Y la guinda del postre fue el viaje a Tlalpujahua, a 2.700 metros de altura, para hacer estación ahí y partir al día siguiente a El Rosario, uno de los santuarios de las mariposas monarca, que vienen desde Canadá para hibernar. Subir y subir, hasta los 3.300 metros, y encontrarse con un bosque frío de proporciones alucinantes, ornamentado por enormes "racimos" de estas exóticas mariposas migrantes. Tuvimos poco sol y poco movimiento, pero de todos modos fue un paseo inolvidable. Creo que mejor que describirlo es compartir este video:


2 comentarios:

  1. Maestro, qué privilegio para nuestro país que un artista, que un ser humano de su talla nos visite. A nosotros, los mexicanos, con frecuencia los árboles no nos dejan ver el bosque, y de tanto vivir entre maravillas, terminamos por olvidarnos de ellas. Sólo una pregunta, ¿se trató exclusivamente de un viaje de placer o de paso tuvo usted alguna presentación artística?

    Con mi admiración y respeto

    Luis

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  2. ¡Un honor que nos hayas visitado! Espero que regreses y conozcas más de esta joya que México representa. Mi país tiene lugares grandiosos, turísticamente atractivos y con una riqueza cultural enorme. Como el recorrido a las Barrancas del Cobre, mismo que se hace a través del tren Chepe.¡Conoce y enamórate del lugar! https://www.facebook.com/media/set/?set=a.177615832282005.34635.177147615662160&type=3
    http://chepe.com.mx/

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