A veces, de tanto transitar por alguna zona del arte uno se queda con la sensación de haber conocido casi todo lo que merece serlo. Pero siempre hay alguna afortunada situación que lo quita a uno de esa tonta creencia y le muestra que hay mucho, pero muuuuuuuuuuucho por ver y aprender/aprehender.
En relación a la música sinfónica, debo decir que me ha ocurrido varias veces, por suerte, y espero que esa cadena de inesperadas conexiones no se corte nunca.
Hubert Parry |
La última ocasión me sucedió escuchando Radio Beethoven, buena compañera en mis diarios viajes hacia y desde la universidad. Una de esas tantas mañanas de ida, encendí la radio y me topé con una seductora música que no conocía y que además no conseguía "identificar". Podía percibir algunas resonancias, ecos de Bruckner y de Brahms, y algunos atrevimientos más avanzados; y al tiempo que seguía tratando de "ubicarla" no dejaba de disfrutar la fluidez, el vuelo lírico y la majestuosidad del ropaje sinfónico. Tuve la suerte de que los horarios coincidieran y que la obra terminara antes de entrar a clase, y así enterarme que el autor era un tal Hubert Parry, obviamente inglés. En la tarde Google, Wikipedia y Amazon, y buenísimos resultados. Toda la información necesaria y la grata noticia de que existía una caja de 3 CDs con la obra sinfónica completa, con la London Philharmonic dirigida por Matthias Bamert. Gracias a los buenos oficios de un querido amigo de Buenos Aires que me "prestó" la dirección (por razones desconocidas, Amazon no hace envíos a Chile...) pude hacerme con la caja y zambullirme de lleno en su obra (se me ocurrió pertinente incluir en esta entrada sus "Variaciones sinfónicas"). Curioso caso el de Hubert Parry, porque los ingleses parecen haberse quejado de no tener figuras de importancia en el campo sinfónico hasta la aparición de Elgar y Vaughan Williams, y no alcanzo a comprender por qué dejan de lado a esta nada desdeñable figura de fines del siglo XIX y principios del XX.
Me hace recordar el caso de Giuseppe Martucci en Italia pero, pensándolo bien, esa es otra historia que dejo para más adelante. Por ahora, disfrutemos de la luz que la casualidad arrojó para mí sobre esta fascinante obra.
Ah, que maravilla las música de este Parry. Y como me lleno de entusiasmo al leer tu primer posteo y vaticinar la fiesta de sonidos y colores que regalarás y yo ayudaré a diseminar.
ResponderEliminarQue alegría.