martes, 27 de diciembre de 2011

Días de Uruguay

Días de Uruguay, las horas sin prisa, la gente con el mate bajo el brazo, la silenciosa convicción de que no hace falta apresurarse; mejor mirar el cielo y caminar siempre orientados por las tranquilas aguas y las arenas bancas.

Partido de truco en la Presidencia

En Montevideo, varias ciudades en una. Cierta suntuosa pero discreta elegancia en la rambla de Pocitos contrastando con la ciudad vieja, de gastadas veredas y muros decolorados, pero llena de encanto y de bullicio de mercado.

Pajarito confianzudo. Y hambriento...

La Punta del Este aún deja ver en diciembre lo que en el verano quedará oculto por el ruido, la farándula y la ostentación. Frondosas arboledas, generosas playas, impensados rinconcitos y la inevitable sensación de que tanto dinero está de más.

Hay cosas extrañas en este mundo...

La cordialidad y el delicioso ritmo cansino nos invadieron por unos días y nos regalaron un descanso que esperamos poder repetir.

El encanto de Casapueblo

domingo, 4 de diciembre de 2011

Viaje a México

Gracias a uno de esos súbitos arranques, y de posibilidades sacadas de la galera, a mediados de diciembre nos vamos a México por quince días. El plan es encontrarnos con queridos amigos y, por supuesto, pasear por esa maravillosa tierra llevados de la mano por "locales", lo que sin duda tiene un sabor especial. Y también estará el gusto particular de revisitar lugares y parajes que todavía retengo en la memoria y en algunos dibujos de viajes anteriores, en particular dos imperdibles lugares al norte del Distrito Federal: San Miguel de Allende y Guanajuato.

Recuerdo a San Miguel de Allende como un mágico enclave con una atmósfera colonial casi detenida en el tiempo, llena de umbríos rincones, placitas y deliciosas callejuelas empedradas flanqueadas por antiguas casas pintadas casi siempre en todos los tonos imaginables de ocre. Seguramente sigue flotando en el lugar el espíritu aventurero y bienhechor de Stirling Dickinson, el gestor que ayudó a conservar la magnética belleza de esta ciudad, hoy Patrimonio de la Humanidad.
Como salida de un cuento, Guanajuato creo que se lleva el premio a la imaginación... Siendo aún un refugio de tantos ejemplos del estilo colonial, tiene en el subsuelo una intrincada red de túneles para desplazarse de un lado a otro de la ciudad, que parece sacada de un libro de misteriosas aventuras. Según me contaron, fue la luminosa idea de un fotógrafo que propuso transformar los viejos túneles, por los que corrían las aguas servidas de la ciudad, en vías transitables. Una obra de ingeniería considerable que finalmente agregó a esta bellísima ciudad un toque de fantasía único en el mundo.







Creo que será divertido tomar fotos de esos lugares y al regreso incorporarlas al blog.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Historia de Fellini

Viviendo en el Cajón del Maipo, a fines del 2008 encontramos en la entrada de la casa, a pleno sol, una bolsa de grueso plástico con un diminuto bulto negro que ya apenas se movía. Con todo cuidado abrimos la bolsa, sin saber bien qué contenía, y resultó ser un gatito negro de pocas semanas. Después de tranquilizarlo y alimentarlo, pasó a formar parte de la familia, con algunas protestas por parte de Mateo y Ofelia (nuestros otros dos gatos) pero al poco tiempo las cosas se acomodaron.

Negro de punta a punta, salvo una mínima "corbatita" blanca, Fellini se fue convirtiendo en un robusto gato, buen cazador y afecto a las salidas nocturnas... Cuando decidimos regresar a la ciudad nos acomodamos con los tres gatos en un departamento, cómodo por demás pero lógicamente sin las innumerables posibilidades de aventura y diversión que la parcela ofrecía. Mateo y Ofelia no tardaron en adaptarse pues ya habían vivido en departamento, pero el pobre Fellini no encontraba la manera, estaba inquieto, comía poco, orinaba en cualquier lado, peleaba con los otros dos... Veterinario urgente! Y un diagnóstico previsible: problemas de adaptación y estrés. Después de unos pocos días de darle tranqulizantes ya nos dolía el alma ver a Fellini hecho un tonto, escondido bajo un sofá, hecho un fantasmita. Y para peor, descubrimos rastros de sangre en algunos rincones. Para hacerla corta, le encontraron cristales en la orina, evidentemente producto del mismo estrés, y la dura conclusión fue que debíamos encontrarle otro hogar porque en esas condiciones tarde o temprano se nos iba a morir. Claro, la dificultad radicaba en quién podría querer un gato negro, ya de dos años y enfermito. Y bingo! dimos con una señora que necesitaba un gato adulto y cazador, para cuidarle el depósito de comida para mascotas. Y con hijo veterinario. Mejor imposible. Al poco tiempo tuvimos buenas noticias pues Fellini, recuperado totalmente, andaba triscando por la parcela y cumpliendo con su rol de cuidador.

Lo curioso es que la nueva dueña tenía a su mamá en el segundo piso de la casa, enferma con Alzheimer y prácticamente postrada, comiendo apenas y sin hablar ni comunicarse. Una noche, al volver del cine, la señora se encontró con su madre sentada en la cama, con Fellini en su falda, diciéndole: "Mira quién vino a visitarme...". Y a partir de entonces, la señora comenzó un milagroso proceso de recuperación, siempre con Fellini a su lado. Le retiraron la mayor parte de la medicación y el progreso fue tan espectacular que los médicos sugirieron que ya estaba en condiciones de recibir otro tipo de tratamiento. Y hete aquí que la otra hija de esta señora vive en Estados Unidos y trabaja en el área de salud. Conclusión: la señora viajó a Philadelphia, con Fellini en cabina, y hace meses que está progresando gracias a ese angelito negro que la acompaña en todo momento.

Las muchas lágrimas al dejar partir a Fellini se compensaron largamente. Y no deja uno de preguntarse si la persona (???) que lo dejó colgado, para que muriera al sol, puede siquiera haber imaginado que ese entrañable gato negro nos daría tantos gratos momentos y que terminaría ayudando a la cura de otra persona, devolviendo la alegría a una familia. Como bien dijo un querido amigo, al conocer esta historia, la vida siempre es sagrada.


jueves, 1 de diciembre de 2011

Homenaje a Piazzolla


Después de muchos intentos, pero con el sostenido deseo, pude concretar la presentación de mi homenaje a Piazzolla en Buenos Aires. Y vale la pena contar la curiosa e itinerante historia de este proyecto.

Todo comenzó en Córdoba, allá por el 2000, colaborando con arreglos para un querido grupo de amigos (y excelentes músicos) que forman el cuarteto de saxos Scaramouche, quienes habían ganado un fondo para la edición de un CD dedicado a Piazzolla, con el compromiso de algunas presentaciones. Creo que fue un buen trabajo, por los resultados y porque tuve la feliz idea de adentrarme en el territorio menos conocido de la obra de Piazzolla, donde me reencontré con unas joyas de composición que, además de su belleza intrínseca, cuadraban perfectamente con la posibilidad de ser arregladas para el cuarteto de saxos. Recuerdo que el tiempo disponible no era muy generoso pero igualmente llegamos a buen puerto, se hicieron las presentaciones y se grabó el disco.

Un par de años después, recién instalado en Concepción (Chile), el buen amigo y mejor cellista que es Claudio Santos me propuso hacer un ciclo de tres conciertos en la Sala 1, tradicional auditorio de la sinfónica de la U. de Concepción. Por distintas razones, dos quedaron en el camino pero el proyecto Piazzolla se mantuvo. Retomando la esxperiencia anterior, me puse a reformular algunos arreglos y a investigar otros temas y posibilidades, dado que dispondría de una cuerda de cámara a la que le sumaría oboe y clarinete. Y así nació la primera versión que culminaba con "Le grand tango", reescrito para cello y orquesta de cámara. Debo decir que fue un éxito tremendo y, a pesar de ser miércoles a la noche, la Sala 1 estuvo hasta el techo... Luego vinieron nuevas versiones, tres conciertos memorables con la Orquesta de Cámara de Chile, con cambios en el repertorio y cerrando con una suite de las "Cuatro estaciones porteñas", y la gira por la Octava Región con la orquesta de la Escuela Moderna de Música; luego el proceso se detuvo. Pero parece ser que todo es cuestión de perseverancia, con un poquito de ayuda de la casualidad...

Un afortunado encuentro con un querido amigo, colaborador en la Banda Elástica y luego devenido en productor, me abrió las puertas de una posible presentación en Buenos Aires. Idas y venidas, búsqueda de salas y fechas, coordinación con los músicos, en fin, una larga serie de circunstancias y coyunturas, pero al fin se concretó y el 4 y 5 de noviembre pasado lo presentamos en Teatro Astral.


Creo que hicimos todo lo que yo quería, sonido académico y al mismo tiempo sabor a Piazzolla. Tal vez no haya nada más elocuente que las líneas que me envió Horacio Malvicino, tremendo músico y, como guitarrista, colaborador con Astor desde mediados de los años '50:
Pibe: disfruté muchisimo con tu concierto. El sonido bárbaro, la orquesta muy colaboradora y con GANAS! Es raro conseguir "la mugre" en una formacion de cámara. Los arreglos y la dirección de primera!!! ("mugre" en el tango es el equivalente del "swing" en el jazz)


Afortunadamente, los conciertos se grabaron y el proyecto es presentar el disco en abril o mayo. Como anticipo, se me ocurrió adjuntar la mezcla definitiva de "La mufa", uno de mis temas favoritos y tal vez uno de los menos conocidos en la vastísima obra de Piazzolla.